Primera hora | Compro un periódico apenas llego a cada ciudad que visito en un año. Durante mi estadía, escribo sobre los espacios del periódico como un diario, sobre sus titulares ha quedado manifiesto un momento del tiempo: un día allí; entre los espacios vacíos sigue avanzando otro momento del tiempo: mis días allí. Al dejar la ciudad, dejo de escribir sobre sus páginas.